David conoció la uva Rufete por casualidad durante una visita a la remota región de Sierra de Francia. Mientras exploraba las empinadas laderas, notó viñedos abandonados y, curioso por su historia, preguntó a los lugareños. Ellos le contaron la historia de Rufete, una variedad única que estaba siendo desarraigada en favor de uvas más conocidas como Tempranillo.

Intrigado por su historia y potencial, David probó Rufete y vio una oportunidad de revivirla. Imaginó un vino que pudiera llevar a otros a redescubrir y valorar esta variedad olvidada. Así nació Encanto, inspirado en la capacidad del Flautista de Hamelin para llamar la atención e inspirar el cambio, simbolizando un llamado a seguir su camino para despertar al mundo a la magia de Rufete.